Hay un interesantísimo estudio del Dr. Juan Hitzig sobre cómo influye el pensamiento en nuestra calidad de vida. Según él podemos pensar en negativo o lo podemos hacer en positivo, hasta aquí podríamos especular que se trata de algo obvio, pero la verdadera revelación del estudio es la relación que el autor establece entre el pensamiento y el alfabeto emocional con base científica.
Con los años, Hitzig ha desarrollado un alfabeto emocional que conviene memorizar. Las conductas con R: Resentimiento, Rabia, Reproche, Rencor, Rechazo, Resistencia Represión. Son generadoras de cortisol, una potente hormona del estrés, cuya presencia prolongada en sangre es letal para las células arteriales, ya que aumenta el riesgo de adquirir enfermedades cardio-cerebro-vasculares. Las conductas R generan actitudes D: Depresión, Desánimo, Desesperación y Desolación.
En cambio, las conductas con S: Serenidad, Silencio, Sabiduría, Sabor, Sexo, Sueño Sonrisa, Sociabilidad y Seducción. Son impulsoras de la serotonina, una hormona generadora de tranquilidad que mejora la calidad de vida, aleja las enfermedades y retarda la velocidad del envejecimiento celular. Las conductas S generan actitudes A: Ánimo, Aprecio, Amor, Amistad y Acercamiento.
Hitzig ha comprobado con sus investigaciones que quienes envejecen bien son las personas: ACTIVAS, SOCIABLES Y SONRIENTES.
Tus PENSAMIENTOS pues se harán PALABRAS. Tus PALABRAS se harán ACTITUDES. Tus ACTITUDES se harán CONDUCTAS. Tus CONDUCTAS se harán CARÁCTER y tu CARÁCTER se hará BIOLOGÍA.
Desde hoy mejoremos nuestro humor y cuidemos nuestra salud. ¿Estás de acuerdo con el alfabeto emocional? ¿Qué abunda más en tu vida, R o S? Reflexiona y ponle empeño. “Practiquemos” y enseñemos a los más pequeños a tener conductas S.
Paqui Cayuelas López
Primary school teacher