A menudo escuchamos en diferentes foros que nuestro sistema educativo está caducado, que está a años luz de otros sistemas educativos como Finlandia que han conseguido evolucionar y trasgredir de un sistema arcaico basado en preceptos del siglo pasado, que las estadísticas y estudios sobre educación nos sitúan en la parte baja de las listas y que los números de abandono escolar son escandalosos. Se responsabiliza al sistema del fracaso escolar de nuestras aulas, de un sistema que mata la creatividad y la individualidad de los niños frente a una escuela basado en un modelo de fábrica con jornadas de 8 horas, descansos para comer y profesores de aula magistrales.
Si comparamos nuestros ordenadores, móviles, coches de hoy con los del pasado, las diferencias son evidentes, pero ponemos en duda que esta evolución haya llegado a nuestras aulas. Evidentemente la educación no es lo que era y las nuevas herramientas facilitan un aprendizaje mucho más global en nuestras clases, en el que nuestros alumnos se benefician de experiencias y conocimientos globales, en las que el profesor ya no está en disposición del conocimiento. Los alumnos aprenden de forma diferente, comparten sus apuntes a través de whatsApp, bajan de internet explicaciones de otros profesores, hacen fotos a los contenidos en lugar de copiarlos, graban audios que luego comparten con sus compañeros. Las modas como causan furor en nuestras aulas, todo ello a un ritmo vertiginoso o estás in o estás out.
Las redes sociales se han convertido en pre difusoras de ideas que pasan de ser individuales a dogmas que en ocasiones dictan los que los profesores debemos hacer en el aula. Hasta la publicidad se aprovecha de ello y videos extendidos masivamente por What´s App ponen sobre la mesa si los deberes deberían existir o no.
La educación debería incluir mucho más que simplemente ir al colegio y obtener nuestros títulos y en ello estamos. Necesitamos personas creativas, innovadoras, críticas e independientes con habilidad para conectar con la gente, porque no hay dos mentes iguales. En nuestros adolescentes encontramos la materia prima necesaria para ello, porque si por algo se caracteriza la juventud es la necesidad de descubrir, investigar, trasgredir. Pues los cambios bilógicos que acontecen en sus cerebros lo hacen posible.
Tenemos que estar preparados para un futuro que es diferente de nuestro presente y para ello hay que dar ese paso y afrontar los nuevos retos que se nos plantean, aunque ello implique cambiar. Profesores, alumnos y padres deberemos colaborar en esta tarea. Para ello, hay que tener una mente abierta y experimentar con todo lo que tenemos a nuestro alcance como clase globales a través de Skype, nuevos modelos de aprendizaje como flip classroom, nuevas herramientas que hacen que nuestros alumnos disfruten de aprender vocabulario con quizlets, y evalúen su propio progreso con pruebas online. ¡Quién dijo que fuera a ser fácil!
Este link os puede hacer reflexionar al respecto: https://www.youtube.com/watch?v=Mpqo-joiY3c
Estíbaliz Villalba Martínez
High School Tutor